Píldora de Felicidad felicita a Alemania por ser la
primera finalista del Mundial Brasil
2014
En
nuestro programa de Píldora de Felicidad también estamos siguiendo todas las incidencias
del mundial.
La
selección germana logró imponerse 7 a 1, de una manera aplastante, ante la
anfitriona Brasil, quienes no mostraron su mejor cara y tuvieron una noche para
el olvido.
Un “Mineirazo”
Una semifinal. Dos viejos conocidos.
Un pentacampeón y un tricampeón del mundo. Un juego que todos quieren ganar. Y que Brasil por ser anfitrión, tenía el deseo de llegar a la final y titularse
monarca en su país. Pero tenía que enfrentarse a Alemania, quienes venían de
eliminar a Francia por la mínima. Existía la posibilidad de que el gigante de Suramérica
pudiese perder por su precario estilo de juego, pero jamás de tal manera.
Comenzaron a salir los jugadores al
engramado del estadio Belo Horizonte para entonar sus himnos nacionales. Las
ausencias de Neymar y Thiago Silva, uno por lesión y el otro suspendido, en
Brasil generaban desconfianza. Los germanos cantaron su himno con orgullo, para
que luego los amazónicos hicieran lo mismo pero a capela y al unísono del
estadio. Intimidante, el estadio cobró vida por ese momento.
Al inicio del encuentro, ambos
seleccionados intentaban hacer su juego. Con respeto al adversario. Hasta que en el minuto once Thomas Müller
se encargó de romper el celofán y marcar el primer gol para los alemanes
tras un saque de esquina. Prácticamente solo en el área, remató con total puntería
para fusilar a Julio César. Así comenzaría el desastre histórico para los
brasileños.
Ya
a los 23 minutos, otro tanto germano. Nada más y nada menos que Miroslav Klose. Haciendo historia y marcando un gol trascendental, porque desbancaba entonces a Ronaldo como máximo goleador de todos
los mundiales.
Lágrimas
brasileñas,
algarabía alemana
Muchos no lo creían. Pues no había
pasado un minuto del tanto de Klose, cuando ya Toni Kroos anotaba el tercer gol
para los “Panzers”. Caras largas en los hinchas brasileños. Estupefactos por lo
que estaban observando. No basto con eso, Kroos volvería a romper las redes al
minuto 26 del primer tiempo.
Cuatro goles en menos de media hora de partido.
Las lágrimas comenzaron a asomarse en la mayoría de los seguidores brasileños.
Muchos se tapaban la cara. Algunos decidieron abandonar el estadio. Hasta que
Sami Khedira se unió a la fiesta de goles de los germanos al marcar el quinto
gol del partido en el minuto 29.
Brasil
estaba siendo humillada por Alemania. Dolor, tristeza, rabia. Una mezcla total de sentimientos y pesadez. Y no era para menos. Si eso había
ocurrido en apenas media hora, no querían imaginarse lo que podría suceder en
los próximos cuarenta y cinco minutos que restaban de juego. Todo el mundo en
estado shock.
Germanos intratables
Comenzaba
el segundo tiempo del cotejo y el luminoso mostraba un claro e increíble 5-0 a
favor de los dirigidos por Joachim Löw. Sus pupilos quienes querían seguir
agobiando a los brasileños. Los “verdeamarelos” buscaban reaccionar con escasas
llegadas al arco de Manuel Neuer, quien estuvo intratable bajo los tres palos,
negándoles el gol.
La desesperación e impotencia se apoderó los cariocas y Dante
fue apercibido con una tarjeta amarilla. En el minuto cincuenta y ocho de la
segunda parte, Joachim Löw decidió darle entrada a André Schürrle por, el ahora
histórico y máximo goleador de todos los mundiales, Miroslav Klose.
Diez
minutos tuvieron que transcurrir para que el recién ingresado Schürrle le
endosara otro tanto más a Julio César. Quién vivió en carne propia, la peor
noche de toda su carrera como futbolista profesional. Ya llegando al minuto setenta y nueve, Schürrle
nuevamente volvería a mover las redes para encajarle otro tanto a los
brasileños, 7 a 0 en el luminoso.
Pocos fanáticos brasileños presentes en el estadio y cantando “Olé” a cada toque de balón que realizaban los alemanes. Ya
casi culminado el tiempo reglamentario, apareció el gol de la honra, por
intermedio de Óscar. Brasil quería olvidar el “Maracanazo” y les resultó peor, porque ahora tiene el “Mineirazo” como su peor participación
en la historia de todos los mundiales y otra página oscura para el fútbol brasilero.
Redactado por Héctor Colina
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